La geografía española, con la distribución de sus territorios y rutas, a través de sus fiestas, bodegas, museos y hoteles, nos desvela el origen y el final de la creación de lo que es hoy considerado a nivel nacional como una cultura: el vino.
Cada una de esas rutas nos ofrece aprender a catar vinos o a compaginarlos con suculentas comidas, así como también nos brinda actividades complementarias a las vitivinícolas, como volar en globo, trekking por Vías Verdes, kayak, caminos a caballo…pasando por pueblos, ciudades y establecimientos.
Cerca de la costa
Zonas no muy lejos del mar con algunos pueblos o bodegas casi a pie de playa; rutas como las Rías Baixas (Galicia), Taxkoli (País Vasco), Empordà y Penedès (Cataluña), Alicante (C. Valenciana) y Marco de Jerez (Andalucía).
Entre montañas
Zonas de más altura sin alejarse de la montaña, como las rutas del Bierzo (Castilla y León), Rioja Alavesa (País Vasco), Somontano (Aragón), Lleida-Costers del Segre (Cataluña), Bullas (Murcia) o Ronda (Andalucía)
En el interior
Zonas menos abruptas donde predominan las llanuras, como la Rioja Alta (La Rioja), Navarra, Garnacha-Campo de Borja y Campo de Cariñena (Aragón), Utiel-Requena (C. Valenciana), Jumilla y Yecla (Murcia), Montilla-Moriles (Andalucía), Ribera del Guadiana (Extremadura) y Ribera del Duero, Cigales, Arlanza y Rueda (Castilla y León).
